Y la verdad no supe que decirle. Lo quiero mucho. Después le dije que estábamos escribiendo el blog de MGO... se puso a leerlo, serio contra el monitor, ceño fruncido. Después me sonrió. No me dijo que le pareció. Un genio. Le mando un abrazo.
Hoy al mediodía leía una nota de Palo Pandolfo en la que hablaba de su actividad actual, nuevo disco, etc. y entre otras cosas dijo algo así como que "...la industria del disco, toda la industria, fue dilapidada. La burguesía nacional atentó contra sí misma, el uno a uno fue un suicidio por intereses especulativos y yo me quedé con el vivo. Hay que salir a pelar.". (http://www.clarin.com/diario/2008/07/29/espectaculos/c-01008.htm). Después dijo algunas otras cosas como que él nunca compro un disco y que la semana pasada fué la primera vez que entró en youtube... no le creí mucho eso, pero bueno, es un tipo que me cae muy bien. Yo me quedo con la frase final:
"...me quedé con el vivo. Hay que salir a pelar."
Que importante no? (diría Peperino...). Es interesante. Para reflexionar.
Y al fin de cuentas, que verdad. Hay que salir a pelar y dejarse de embromar.
Y como de pelar hablamos me voy a referir a lo que nos compete, en este caso la actividad musical llevada acabo por MGO en los estudios Danny de la calle Cabrera el jueves de la semana pasada.
Murciélago me encomendó esta tarea de relatar la bitacora de la 4ta. Sesion de “---“ y no se que decir. La verdad es que cuando estamos ahí, algo hace click en mi, todo pasa y después me cuesta hilvanar una idea sesuda acerca de lo que pasó. Me cuelgo bastante con la música, y me cuesta recordar los detalles, porque lo que pasó es maravilloso (pido disculpas... y ojo que no he tomado nada, simplemente quedo poseído por la música y lo que se esta generando en esas noches).
Pero algo puedo decir. Mati y Mati trabajaron junto a Andrés en la posición óptima de los micrófonos para compensar algunas deficiencias que ellos habían notado en tomas de batería de la semana anterior. Vino de visita de Lucho. Que bueno!. Se comió un pati en la parrilla de enfrente y despues vino a ver en que andabamos.Los temas en los que se trabajó básicamente fueron Pigs, Nothing I Love More, New emotions y Graveyards.
Creo que de esta sesión se rescatan Pigs y Graveyard que sonaron increíbles. New Emotions tuvo una tremenda tercera toma pero a Murci se le cortó una cuerda y no quedará seguramente. Aunque... no sé, es un poco temprano para decir que queda y que no.
Ojo, hablo de lo que a mi me está gustando... después habrá que analizarlo entre todos para decidir que va y que no.
Pero quiero hablar un poco de los músicos de esta banda de la que es un orgullo formar parte. Músicos que son geniales y que como dice el artista mencionado arriba, cuando "pelan" da miedo.
Andy ecualiza el bajo como si nunca hubieran existido las palabras "medios" y "agudos" en su diccionario. Y es maravilloso. Es un volumen que se transmite por vibración a los huesos y te mata... increíble. Una especie de Paul Simonon del averno. Después se va en esa moto medio chopera con el bajo colgando en la espalda... nahh es tremendo.
Al lado de esa presencia, uno se siente Pedro, el amiguito de Heidi.
Pablo es un músico impecable, maravilloso. Y un tipo callado y preocupado por sus notas, hasta el punto de tratar de persuadir a Murci de detener el grabador y borrar la cinta si cometió algún pifie. Un amigo maravilloso también.
"Dale... tocate la de Duke Ellington..." pide la monada. Y el Rhodes se desparrama sobre una hamaca paraguaya de armonías ensoñadas bajo sus dedos. Y nosotros escuchamos. Y al final, un silencio. Y él remata con un: "...claro."
Andrés respira batería. Es su medio. Cuando vez a un tipo expresarse con los golpes de baqueta como él lo hace, te das cuenta que fue hecho para eso. Fue diseñado para tal propósito. Hace cosas increíbles y nosotros lo escuchamos deslumbrados. Y hace la pregunta sesuda en el momento que menos te la esperas, porque quiere reproducir lo mas fielmente posible la idea de la canción. Un tipo tan querible que te da ganas de ser su amigo al instante.
Mati M. es "cerebrus" tras el decorado. Es un tipo de ideas concretas acerca del sonido y la imagen como un todo. Es tan imprescindible tenerlo de tu lado que cuando no está te das cuenta que falta. Porque es un tipo serio acerca de lo que piensa y no te va a decir una cosa por otra. Ama este grupo y se nota. Lo disfruta. Que bueno que está en el equipo.
Mati G. es un enfant terrible. Un aliado del sonido, un amigo, una alegría tenerlo cerca. Lo conocí cuando era un niñito, tendría 7 u 8 años, yo era amigo de su hermano y luego no lo vi más. Lo volví a encontrar veinteañero en Buenos Aires! Bienvenido Mati Guti!
Murci: que se puede decir de él que no haya dicho yá? es un ave? es un avión? es un cliente de The Paraguayan Store? Si. Es todo eso y más. Es un amigo inseparable también. Un optimista en el fondo, aunque el diga que no lo es. Una persona que cree profundamente en el mensaje que esta dando y tiene el don de transmitirlo de forma óptima. Un hombre con una misión. Un tipo increíble cuando está vestido de fender blanca (te despeina!). Impecable. Un tipo verdadero. Que voy a decir yo de Murci/MGO que no haya dicho?
Y hay varios más tras bambalinas en esta etapa que me gustaría nombrar: Chetar (un hermano en Barcelona pero maquinando lo mismo...), Martin y todos en Big Boom (creativos del demonio...! buenos amigos!), Danny de la sala de Cabrera (un valuarte. Sin palabras.), Pablo de Bravissimo (buenas pizzas, buena musica, que más?), Jeronimo (un amigo y tremendo fan! gracias Jero!).
Y bueno... Gallo, Lucho, Abol, Toa, Waltie, los Tal Banda, nuestras novias y esposas... siempre están ahí.
De cuantos más me olvido. (Ves...? no quería hacer esto...)
Y quien soy yo para hablar acá? Bueno... alguien. Tengo algo para decir también.
Soy un tipo afortunado (que no quiere decir que tenga guita). Un agradecido por la amistad con estos seres. Espectador, camarógrafo y actor al mismo tiempo en esta película.
Y me estoy divirtiendo como nunca!
Salud amigos!
Coco
"Algunos dirán, que viejo que estás.
Por favor, hablemos de Verdad."
D. Lebón